viernes, noviembre 3

Viaje a Huancayo


Recuperado despues de un largo periodo de pasividad, vuelvo a la carga al bajar de las montañas. Si bien es cierto que el viaje estuvo mas que pesado, la estancia en el valle del Mantaro con mi hermano y mi papá, justifica un regreso pronto.

Tantos sitios por conocer y tan poco tiempo. El sabado nos dedicamos a recorrer la ciudad, y visitar uno que otros sitio. la altura se hizo sentir para mi hermano, pero no fue impedimento para que caminaramos por todos lados.

Al día siguiente, en un tour compartido, recorrimos algunos de los lugares que traen tradición y trabajo a la zona. Primero, un taller artesanal de tejido. Pareciera que nos hubieramos detenido en el tiempo al hacer el ingreso al distrito de Hualhuas. Luego fue la visita a un centro de apicultura.

No hubo accidentes, pero demas esta decir que la gente se puso algo nerviosa por la presencia cercana de tantas abejas, que sumbaban por encima de nuestras cabezas. Al llegar al taller de orfebreria, pudimos echar una mirada al largo, paciente, y minucioso trabajo que se realiza para la filigrana.

La estancia en la fabrica de leche, nos dejo el sabor dulce del helado - solo leche con vainilla - y un par de recuerditos que dejamos en Huancayo con papá. El viaje a la laguna de Paca, conpenso la demora. al norte de la ciudad de Jauja, se encuentra uno de los mas bellos lagos de la sierra que haya visto. No es que haya visto suficientes es cierto, pero realmente es bastante grande.

De regreso a Huancayo, la parada obligatoria fue en el criadero de truchas, donde almorzamos. No hay como un lugar tranquilos para disfrutar de un chicharron de truchas. El chaparron apuro nuestra marcha hacia el convento de Ocopa, medio perdido en medio de una quebrada.

Los comentarios al respecto requeriran mas de unas lineas, por lo que lo dejo para mas adelante. Solo puedo decir que el lugar era centro de las misiones, en todo sudamerica, de los franciscanos - grandioso.

Ya de regreso a la unica ciudad fundada por caciques, nos dedicamos a la conversación de los pormenores, antes de partir para Lima. No sin antes prometer un regreso y una estancia mas larga, tuvimos que dejar a papá, para regresar a la realidad, humeda y contaminada de nuestra querida Lima ;)

2 comentarios:

Dinorider d'Andoandor dijo...

el tiempo siempre ser fastidioso pero se hace lo que se puede!

Anónimo dijo...

Siempre es bueno darse un espacio para el eterno retorno a una tierra muy querida, y de la cual uno siempre regresa renovado de una alegría que hace recordar momentos entrañables y sentirse un niño nuevamente.