domingo, marzo 15

Bitacora del capitan, el despegue

Las últimas palabras de Tomas es una confesión de un plan muy elaborado

- Llegaron hace casi 100 años, el me busco al enterarse que había una nave enterrada. Después logro que nos enviaran acá, yo quería evitar que uno de ellos la reemplazara mayor, así que acorde ayudar en todo para que obtuvieran la nave. Muchos de los altos mandos han sido reemplazados, ahora lo se. Dicen que quieren ayudar, pero nunca he estado muy seguro, me ofrecieron curar a mi pequeña, esta enferma, muy grave.

Debiste contármelo – son las palabras de la mayor – te hubiera ayudado. Elizabeth examina a ambos; Eric ha recibido un disparo limpio en el hombro, vivirá, pero Victoria esta muy mal. Ambos son llevados a su precaria unidad médica, pero las posibilidades son escasas para ambos. Elizabeth se esfuerza por hablar, yo no quiero, me gustaría poder intervenir.

- Pedro, me llama por mi nombre, descubrí como propagaron el virus, hay contenedores con el virus congelado, por todo el planeta, si uno de ellos muere, una carga explosiva libera el contenido al aire. Lo plantaron como una segunda alternativa si su plan de reemplazar a los mandos no funciona, Cuando uno muere los que están cerca también, están conectados por la mente, así se pueden comunicar sin que nadie mas lo sepa.

Por primera vez, en muchos años, uso el sistema de comunicación de la nave para trasmitir mi voz y mi pensamiento, todos están asombrados, pero parece que no les asusta. Algo pasa, capto explosiones en la superficie, el virus se ha liberado, y toda la tierra esta en peligro ahora. La nave se ha enterrado, sus ocupantes han de morir, pues no veo como pueda abrirles un camino en la tierra.

- Debes partir, dice Victoria; pero aun no es tiempo, no he encontrado a mi capitán respondo.
- ¿Ya has examinado al muchacho? – sus palabras quedan en mi mente, algo así no puede ser cierto.

Pero es cierto, el joven tiene casi idéntico perfil genético que el mío, es el capitán que he esperado por muchos años, mientras, ambas doctoras conversan en secreto, algún plan deben tener. Aun no me decido del todo, pero Victoria me convence, la tierra se volverá inhabitable por décadas, debo partir.

Voy abriendo puertas, una tras otra, mientras indico a todo el asustado grupo que deben dirigirse al puente principal. El asombro es evidente, no esperaban descubrir de un momento a otro que no es una pequeña lanzadera, sino un crucero de combate clase imperial, el más grande de su época. No hay tiempo para andar con cuidado, ahora que tengo a la persona idónea a bordo y una tripulación regular, mi misión debe empezar.
Estoy algo aletargado, o solo será mi imaginación, no me queda otro remedio que encomendar el timón a la mayor, quien parece saber lo que hace. Surgiendo de las profundidades, como un pedazo de roca por fuera, la nave sale al espacio e inicia su misión, nuestra nave: El Nautilus

1 comentario:

Arquen dijo...

Bomba!
cambie la dire de mi blog, ahora es bitalaberinto.blogspot.com