miércoles, febrero 22

Desde las colinas

Desde este pequeño rincón, aqui frente a la mina, les quiero contar de los sueños y los anhelos.
Nunca son iguales para todos, y en la mayoría de los casos, las personas, cuando crecen y "maduran" olvidan cuales fueron los sueños que los llevaron a ser lo que son.

Quiero recordarles que la edad no significa no poder tomar riesgos... nunca dejen de soñar. Por que a pesar que los sueños, solo sueños son, son el motor del alma, que enseña que no existen imposibles. El hombre no envejece, es el peso del espiritu, agobiado de pesares que obliga al cuerpo a dejar paso a los años.
Hoy regresaba a la oficina, despues de una agotadora mañana, y nuestros pasos nos llevaron, a mis compañeros y a mi, a un pequeño bosquecillo, en la ladera de una montaña.

Al ver los arboles, que tal vez hallan sido plantados y, no sean originales del lugar, me percate de lo corta que es la vida como para desperdiciarla en preocupaciones que no alimentaran tu espiritu.
Los arboles, ahi en paz, lejos de la mirada del hombre, crecen sin inmutarse del correr de los años sin pedirle permiso al tiempo para poder existir.
No os digo que trtad de ser como los arboles inmutables a todo - solo algunos pueden seguir su hado y ser verdaderos Ents - sino mas bien aprended la paciencia para ver, en cada detalle de la vida la forma de encontrar, su propio camino.
Muy pocos los encuentran, y solo un puñado de ellos se atreven aseguirlos.


"No temeré al miedo. El miedo mata la mente.
El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total.
Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí.
Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino.
Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Sólo quedaré yo."

Frank Herbert - Dune

domingo, febrero 5


Aqui estoy, en la cima del cerro Sta Ana, luego de una caminata, que mas que todo tuvo motivos laborales...
Desde aca arriba puedo divisar el pueblo de Condorcocha, Leticia, mi sitio de trabajo; y montañas y mas montañas hasta donde alcance mi vista.
Recordando, lo que le dijera el pequeño y cansado Bilbo a Gandalf - son estas las montañas a donde vamos? - no; aun queda mucho camino por recorrer.
Puedo ver algunas que tocan el cielo, y sobre la ladera de una muy cercana... el expectacular Camino Inca. Pronto estare tomandolo para iniciar una travesia a pie hasta Tarma.
Por ahora, puedo ver del otro lado, un pequeño bosquecilo en lo profundo de la cañada; y si bien es cierto que no hay un Tornasauce por ahi, me invita a descender y perderme entre sus arboles.

Siempre caminando por la Tierra Media.

miércoles, febrero 1

La vida en la Mina

Aprovecho los minutos de descanso... que en realidad no son tal.
Aqui en la hermosa sierra del Perú, uno tiene no solo la oportunidad de trabajar, si no de disfrutar de la paz y tranquilidad que las alturas (aunque el aire escasee) pueden brindarle.
Si tienen la oportunidad de viajar y conocer, haganlo.

Solo cuando camino por entre las quebradas, y poso mi vista en las cumbres, me percato que el cielo esta mas próximo de lo que pensamos.

Caminen, dejense llevar por la aventura de viajar a un lugar que no conocen, esperando encontrar lo que no saben.