Aquí me encuentro, escribiendo a una altura, donde solo los cóndores se atreven a volar; con un frìo que solo los mas fuertes pueden soportar; bajo mas de 400 metros de roca, donde el aire, por momentos, no se puede respirar. En este lugar, la suerte me ha traído ha trabajar, y a aprender que en todos lados, uno puede siempre mejorar.
El trabajo - como pocos saben - conlleva bajar a un lugar donde la temperatura puede llegar a alcanzar los 40 grados de temperatura, mientras que en la superficie, un aire helado golpea el rostro y el clima es bajo cero. Para llevar aire a tan recónditos lugares, hace falta equipos que hacen mucho ruido; pero no siempre, el aire es limpio donde vas.
Por otra parte, es un lugar hermoso, con cielos despejados por la mañana - con la luna observandote tímida por momentos - y noches salpicadas de estrellas. Donde quiera que veas, la naturaleza te muestra su grandeza, y en la inmensidad de la noche, el viento te silba historias increíbles, que no podrás olvidar jamas.
En estos días, tome a mi cargo una guardia, para muchos, eso no tendrá ningún valor, pero estar en la mina, es hacerte responsable, no solo de la producción, sino también del trabajo y la seguridad de muchos hombres bajo tu mando. He vuelto a mi trabajo - en el área de sostenimiento - pero se que en cualquier momento, puedo retomar la guardia, y encontrar el camino que todo minero sigue, desde sus inicios.
Por ahora, mis días acá terminan, y días libres me esperan el fin de semana; un descanso merecido luego de estos diez días, y un encuentro en Lima con mis buenos amigos. Un sábado de fiesta, como hace mucho no disfrutaba, y una charla interesante, acompañada tragos dispares. En Lima me esperan algunos asuntos inconclusos, cosas que definir; un futuro que programar.
Pronto, muy pronto, empezara una cuenta regresiva, a fin de abandonar la soltería; y en poco mas de una año, una nueva familia empezare a formar. El tiempo discurre deprisa, cuanto mas disfrutas la vida, pero el tiempo es tu aliado, si la esperanza esta de tu lado. Unos días mas, y en casa me encontrare, mas mi verdadero hogar, sera junto a la mujer que siempre he de amar, la brujita que robo mi corazón, mi siempre sonriente Vane.