En ocasiones, solo cuando las cosas suceden, realmente tomas consciencia hasta que punto eres vulnerable, o mas aun hasta donde tus acciones pueden hacer vulnerable a los que mas quieres. Hace pocos dias me dieron un primer diagnostico positivo de Covid; y todo en casa se puso patas para arriba. Muchos planes cambiaron, y aunque en el fondo se que mi familia decia no estar preocupada, lo cierto es que eran ellos quien me trasmitian calma y no al reves.
Ayer me dijeron que el diagnostico final es negativo, y aunque me siento como de roble, pues la verdad es que ha caido sobre mi un velo de incertidumbre como nunca antes me habia pasado.
Para ser sinceros, ese sentimiento de impotencia y desazon no lo habia sentido en muchos, mucho, muchos años. Ahora, las cosas han cambiado llegue a pensar, pero el sin sabor que dejo ese sentimiento, al igual que antes, ahora, al haberse ido al fin, perdura en mi memoria; y estoy seguro me acompañara un buen tiempo.
En ese entonces, descubri, que escribir sobre lo que pasaba en mi atribulada cabeza, calmaba mis pensamientos, pero por sobre todo, me permitia ordenar la mayoria de mis ideas, y me permitia, luego de la calma, volver sobre mis pasos y leer sobre mis propiso pensamientos.
Hoy, que vuelvo a escribir, tiene un doble proposito, pues no solo me calma, tambien me permite hacer un lugar, donde podre dejar unas lineas para mis 2 pequeños. Tal vez las lean, tal vez no... tal vez no les interese, tal vez les aburra... o tal vez y solo por curiosidad, encontraran algunas de las respuestas que buscan y les permitiran hacer mas preguntas.
La madrugada avanza y el sueño se ha ido casi por completo; pero si de algo estoy seguro, es que el escriba ha vuelto al ruedo.