Cuando Tuor, hombre mortal, divisa la bella ciudad de Gondolin, no sabía que el destino y la destrucción llegaba con él.
Pero en nuestra realidad, cada hombre forja su propio destino.
Como le dijeran a Neo, solo se te mostrara la puerta, tu debes atravesarla.
1 comentario:
Bienvenido seas, señor enano de las minas resplandecientes. Desde ya es un honor para mi y para Kat entrar en este santuario, en este sitio recóndito donde siempre habrán las sonrisas y un buen trago de chela.
Inspirado en el reino blanco de Gondolin, te mandé una imagen a ver si te gusta para que la pongas en tu blog. Saludos y esperamos verte pronto de regreso.
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