Aunque no tuvimos la dicha – se puede decir la grata experiencia – de ir al cine a verla, podemos decir que la película supera con creces otras producciones actuales que dicen llamarse de acción. En esta tercera entrega, con un personaje que ha revelado, o eso creemos al principio, todas sus habilidades y capacidades, las expectativas no eran muchas; sin embargo Jason Bourne nos sorprende una vez más.
La película nos lleva de una secuencia de acción a otra de manera trepidante, pero sin llegar a atosigar. La entrega de nueva información junto con los enfrentamientos de poder en la agencia le da ese toque que permite conectar la acción y drama a la vez.
Un punto especial y muy logrado es la tentativa de escena romántica entre los fugitivos. Diálogos cortos, miradas fugaces y un desenlace real y creíble; pero que deja abierta una puerta a mayores especulaciones.
Sin lugar a dudas esta tercera entrega supera ampliamente a sus predecesoras en muchos aspectos; salvo el de originalidad. En esto seguimos prefiriendo la primera por la forma en la que presenta al personaje; siempre buscando pero también escapando de un pasado que se niega a abandonarlo del todo.
Escuche que se pensaba realizar un enfrentamiento o encuentro con el 007; mala idea a mi parecer, pues tendría que poner a uno por encima de otro. Algo así seria difícil, y trillado pues sus maneras son diferentes. Seria reprobables como cuando pusieron en juntos en la pantalla al almirante Kirk y al capitán Picard.
La recomendación final es disfrutar de la trilogía en pantalla grande, con buen sonido, y más que nada dispuesto a ver a un antihéroe que aunque magullado siempre sale bien librado
1 comentario:
no la llegué a ver en el cine
auqnue me dio ganas fue tarde
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