No todo es duro oscuro y pesado en mi trabajo, hay muchas recompensas, y tranquilidad cuando uno camina en la oscuridad, sin nada mas que la luz que emite su lámpara en la frente y el sonido del viento que circula, junto con el ruido – solo en algunas zonas – de los equipos que realizan la operación.
Pero también hay cosas que nos perturban y roban la tranquilidad, como lo que sucedió el día de hoy. A raíz del cambio de área de nuestro secretario, pues ha quedado un vacío que entre varios lo estamos tratando de resolver, la organización de los archivos y los avisos de las reuniones semanales ha quedado algo descuidado.
La verdad es que yo me estoy haciendo cargo de gran parte de las cosas, y no soy muy organizado que digamos, adicionemos eso a que mi vocación de secretario nunca se desarrollo del todo, pues el asunto se complica. Claro esta que con el tiempo no cometeré más errores, pero por el momento lo único que queda es hacer de tripas corazón y aceptar la requintada del caso por el olvido.
Uno llega a creer por momentos que el trabajo que realiza es matado, y que su jefe no le tiene en cuenta nunca; pero la verdad es que muchas veces – mas de las que queremos aceptar – nos toca un jefe acorde con lo que necesitamos, para que no solo crezcamos como personas sino también como profesionales. He descubierto, luego de importantes y amenas conversaciones con los mineros, que si bien es cierto, el área de planeamiento tiene como jefe a Thorin II, el área de minas tienen a un balrog dirigiendo todo y siempre cambiando las reglas.
No me he de quejar pues, los de mina la pasan peor, su jefe es un poder del mundo antiguo, siempre con ganas de demostrar su poder. Hoy estoy sentado frente a la pantalla, con la mente ya casi pensando en el viaje que haré mañana; pues ya confirmada mi salida, lo demás es mero trámite de esperar que llegue la hora y estar junto a mi familia y a la mujer que amo.
Esta salida será la última en la que me pueda relajar, pues a partir del mes de febrero, seré yo quien me encargue directamente de todo el planeamiento en mina, pero mas que nada, tendré que usar mi criterio – aun muy incipiente – para tomar decisiones, que en muchos casos significan varios miles de dólares. No habrá excusas para otros errores, tendré que concentrarme y tomar decisiones acertadas.
A partir de este mes que viene con muy pocos días, el enano tendrá que asumir, y también disfrutar – que creían ustedes – de diseñar y planear la mina en todos los aspectos, para la mejor optimización de tiempo y equipos. Esta es, de alguna manera un viejo sueño hecho realidad, el diseño, el punto de partida de todo artista, siempre será un aliciente para el mejor esfuerzo y las ganas de triunfar.
Pero también hay cosas que nos perturban y roban la tranquilidad, como lo que sucedió el día de hoy. A raíz del cambio de área de nuestro secretario, pues ha quedado un vacío que entre varios lo estamos tratando de resolver, la organización de los archivos y los avisos de las reuniones semanales ha quedado algo descuidado.
La verdad es que yo me estoy haciendo cargo de gran parte de las cosas, y no soy muy organizado que digamos, adicionemos eso a que mi vocación de secretario nunca se desarrollo del todo, pues el asunto se complica. Claro esta que con el tiempo no cometeré más errores, pero por el momento lo único que queda es hacer de tripas corazón y aceptar la requintada del caso por el olvido.
Uno llega a creer por momentos que el trabajo que realiza es matado, y que su jefe no le tiene en cuenta nunca; pero la verdad es que muchas veces – mas de las que queremos aceptar – nos toca un jefe acorde con lo que necesitamos, para que no solo crezcamos como personas sino también como profesionales. He descubierto, luego de importantes y amenas conversaciones con los mineros, que si bien es cierto, el área de planeamiento tiene como jefe a Thorin II, el área de minas tienen a un balrog dirigiendo todo y siempre cambiando las reglas.
No me he de quejar pues, los de mina la pasan peor, su jefe es un poder del mundo antiguo, siempre con ganas de demostrar su poder. Hoy estoy sentado frente a la pantalla, con la mente ya casi pensando en el viaje que haré mañana; pues ya confirmada mi salida, lo demás es mero trámite de esperar que llegue la hora y estar junto a mi familia y a la mujer que amo.
Esta salida será la última en la que me pueda relajar, pues a partir del mes de febrero, seré yo quien me encargue directamente de todo el planeamiento en mina, pero mas que nada, tendré que usar mi criterio – aun muy incipiente – para tomar decisiones, que en muchos casos significan varios miles de dólares. No habrá excusas para otros errores, tendré que concentrarme y tomar decisiones acertadas.
A partir de este mes que viene con muy pocos días, el enano tendrá que asumir, y también disfrutar – que creían ustedes – de diseñar y planear la mina en todos los aspectos, para la mejor optimización de tiempo y equipos. Esta es, de alguna manera un viejo sueño hecho realidad, el diseño, el punto de partida de todo artista, siempre será un aliciente para el mejor esfuerzo y las ganas de triunfar.
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