Dicen los libros – estamos hablando de El retorno del rey – que luego que Sam, acompañado de Meriadoc y Peregrin, vio alejarse al señor Frodo y Bilbo, en navíos blancos; regreso a casa y al tener en brazos a la pequeña Elanor, descanso tranquilo diciendo “Bueno, estoy de vuelta”. Pero ahí no termina la historia, pues la cuarta edad apenas comenzaba y nuestros amigos que se habían quedado en la tierra media, aun tenia algo que contar.
Es cierto que han surgido historias sobre los descendientes del gran rey Aragorn, cuya estirpe se vio restablecida al coronarse rey de Arnor y Gondor al mismo tiempo, y desposar a la dama Arwen estrella de la tarde; pero el principio de esa historia pueden encontrarla en las ultimas hojas del sexto libro, donde hay un fragmento de la larga historia de amor que debieron superar ambos para lograr estar juntos. Hay también una historia que fue contada hace ya mucho tiempo, una historia cuyo autor ha dejado a medio terminar, pero que narra las aventuras de un descendiente del rey, junto a un enano y una elfa, enfrentando un mal mas antiguo que Sauron… pero para eso, aun hay tiempo, y muchas cosas mas que ver.
Escondidos como apéndices, se ha escrito algunas cosas sobre nuestros amigos que aguardaron el fin de sus días en la Tierra Media, sobre sus vidas, y sus andanzas; pues el renombre que alcanzaron no tuvo comparación. Los señoriles, como se les llamo a Meriadoc y Peregrin, no dejaron de utilizar sus armaduras, por lo que siempre fueron reconocidos. Sabemos que Meriadoc llego a convertirse en “El señor”, mientras que su entrañable amigo fue “El Thain”.
Y nos cuenta la tradición que Sam llego a ser 7 veces alcalde, tuvo una numerosa descendencia, fue reconocido y respetado. Y al término de sus días, cuando se había cansado del mundo, recogiendo los escritos a él confiados – el libro rojo – fue al oeste, bajo las torres, y le dejo a su hija mayor la custodia de este preciado tesoro, y se embarco en los puertos grises, y dejo la Tierra Media. Así el libro rojo, quedo en poder de los Belifantes de las torres, en la frontera oeste de la comarca, de donde toma el nombre.
Habían pasado ya una buena cantidad de años – corría el año 1484 - y el rey Eomer empezaba a ver que su vida menguaba; así pues mando llamar a sus grandes amigos a que lo acompañaran en el final de su vida. Merry y Pippin eran ya mayores para entonces, 102 años, pero aun mantenían las fuerzas, por lo que luego de repartir heredades y nombrar sucesores, emprendieron el viaje al sur y se reunieron en la corte de Rohan antes de la muerte del Rey.
A instancias del gran rey, ambos caballeros partieron en un último viaje al reino de Gondor, donde pasaron sus últimos días, y según cuenta la tradición fueron enterrados en Rath Dínen. Al morir el rey Elessar se colocaron sus lechos junto al del gran rey, a modo de homenaje a dos ilustres caballeros de La Marca y de Gondor.
No solo los hombres lucharon durante la guerra del anillo, elfos y enanos tuvieron su propia guerra, y pudo haberse perdido, sin el sacrificio de Frodo. Se cuenta, que al caer Sauron, los ejércitos de enanos y hombres del Valle salieron de la montaña solitaria – donde estaban guarecidos, y bajo el mando de Thorin III Yelmo de piedra y Bardo II, derrotaron al ejército de los hombres del este que los acosaba. Así también, la dama Galadriel pudo salir y luego de vencer a los orcos de Dol Guldur, destruyo todo hasta los cimientos liberando a los prisioneros. En el año 3019, el rey Thranduil del bosque negro, avanzo sus filas y se encontró a mitad del bosque con Celeborn, rebautizando el bosque como Eryn Lasgalen – bosque de las hojas verdes – y hubo paz durante un gran tiempo.
Al final, cuando el gran rey había dejado el mundo, Legolas hizo un navío en Ithilien, y partió hacia el occidente, y se dice que Gimli el enano lo acompañaba, pues su deseo de ver a la dama blanca era grande. Aunque poco probable que los Eldar lo recibieran, tal vez Galadriel poderosa entre ellos, hubiera obtenido esa deferencia para él; más nada se puede asegurar. Así con la partida de este barco, la comunidad del anillo en la Tierra Media llego a su fin.
Es cierto que han surgido historias sobre los descendientes del gran rey Aragorn, cuya estirpe se vio restablecida al coronarse rey de Arnor y Gondor al mismo tiempo, y desposar a la dama Arwen estrella de la tarde; pero el principio de esa historia pueden encontrarla en las ultimas hojas del sexto libro, donde hay un fragmento de la larga historia de amor que debieron superar ambos para lograr estar juntos. Hay también una historia que fue contada hace ya mucho tiempo, una historia cuyo autor ha dejado a medio terminar, pero que narra las aventuras de un descendiente del rey, junto a un enano y una elfa, enfrentando un mal mas antiguo que Sauron… pero para eso, aun hay tiempo, y muchas cosas mas que ver.
Escondidos como apéndices, se ha escrito algunas cosas sobre nuestros amigos que aguardaron el fin de sus días en la Tierra Media, sobre sus vidas, y sus andanzas; pues el renombre que alcanzaron no tuvo comparación. Los señoriles, como se les llamo a Meriadoc y Peregrin, no dejaron de utilizar sus armaduras, por lo que siempre fueron reconocidos. Sabemos que Meriadoc llego a convertirse en “El señor”, mientras que su entrañable amigo fue “El Thain”.
Y nos cuenta la tradición que Sam llego a ser 7 veces alcalde, tuvo una numerosa descendencia, fue reconocido y respetado. Y al término de sus días, cuando se había cansado del mundo, recogiendo los escritos a él confiados – el libro rojo – fue al oeste, bajo las torres, y le dejo a su hija mayor la custodia de este preciado tesoro, y se embarco en los puertos grises, y dejo la Tierra Media. Así el libro rojo, quedo en poder de los Belifantes de las torres, en la frontera oeste de la comarca, de donde toma el nombre.
Habían pasado ya una buena cantidad de años – corría el año 1484 - y el rey Eomer empezaba a ver que su vida menguaba; así pues mando llamar a sus grandes amigos a que lo acompañaran en el final de su vida. Merry y Pippin eran ya mayores para entonces, 102 años, pero aun mantenían las fuerzas, por lo que luego de repartir heredades y nombrar sucesores, emprendieron el viaje al sur y se reunieron en la corte de Rohan antes de la muerte del Rey.
A instancias del gran rey, ambos caballeros partieron en un último viaje al reino de Gondor, donde pasaron sus últimos días, y según cuenta la tradición fueron enterrados en Rath Dínen. Al morir el rey Elessar se colocaron sus lechos junto al del gran rey, a modo de homenaje a dos ilustres caballeros de La Marca y de Gondor.
No solo los hombres lucharon durante la guerra del anillo, elfos y enanos tuvieron su propia guerra, y pudo haberse perdido, sin el sacrificio de Frodo. Se cuenta, que al caer Sauron, los ejércitos de enanos y hombres del Valle salieron de la montaña solitaria – donde estaban guarecidos, y bajo el mando de Thorin III Yelmo de piedra y Bardo II, derrotaron al ejército de los hombres del este que los acosaba. Así también, la dama Galadriel pudo salir y luego de vencer a los orcos de Dol Guldur, destruyo todo hasta los cimientos liberando a los prisioneros. En el año 3019, el rey Thranduil del bosque negro, avanzo sus filas y se encontró a mitad del bosque con Celeborn, rebautizando el bosque como Eryn Lasgalen – bosque de las hojas verdes – y hubo paz durante un gran tiempo.
Al final, cuando el gran rey había dejado el mundo, Legolas hizo un navío en Ithilien, y partió hacia el occidente, y se dice que Gimli el enano lo acompañaba, pues su deseo de ver a la dama blanca era grande. Aunque poco probable que los Eldar lo recibieran, tal vez Galadriel poderosa entre ellos, hubiera obtenido esa deferencia para él; más nada se puede asegurar. Así con la partida de este barco, la comunidad del anillo en la Tierra Media llego a su fin.
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