Esta noche que el frió hiela, y el viento silba con fuerza, estoy en superficie completando un trabajo hasta que la guardia termine y pueda ir a mi cuarto a descansar. En medio de la tensión del trabajo, un pensamiento acompaña mi alma, y es que la mujer amada espera en casa, por mi pronto regreso. Un mujer que parezco conocer de toda la vida, y a cuyo lado siempre quiero estar.
Un pequeña damita que hace mas de un año me acompaña donde quiera que vaya, no siempre de manera física, pero siempre cerca con palabras de calma y consejos acertados, para un enano que anda mas que preocupado cuando de trabajo se trata. Una bella brujita, cuya magia me cuida y protege acá en las alturas que recorro a diario; y bajo tierra, donde la piedra siempre me llama para un nuevo día.
Mi bella Lustiel ha querido compartir su vida conmigo, y yo fiel a mi palabra, me he hecho la firme promesa de pasar a su lado mi vida, hasta que mi tiempo en esta tierra se termine. He descubierto que nuestros corazones ya estaban unidos desde hace mucho tiempo, y que nuestro amor ha existido y prolongado desde hace mucho tiempo atrás.
Ahora estoy seguro que ella sera mi compañera por el resto de mi vida, y que mi pasado solo ha servido de preambulo para este gran amor; pues al mirar en sus bellos ojos, puedo ver mi alma reflejada en ellos, siempre esperando poder engreirla y complacerla. Te querre por siempre mi dulce Vane.
1 comentario:
cunto tiempo ha transcurrido ya desde aquel cumpleaños de vane, donde casi empezaron las cosas... muxas cosas han pasado, pero nosotras las hermanas seguimos juntas. hemos ganado un hermano, sólo falta q te nos unas oficialmente.
Publicar un comentario