– He descuidado este lugar, tal vez, las cosas que acá has aprendido, te sirvan en el futuro, pero por ahora no debes volver aquí; no al menos hasta que estés verdaderamente preparado.
Estaba sudando, mi cuerpo temblaba, y nunca había sentido un cansancio como en ese momento; pero no parecía algo físico, era diferente, aun mas profundo. Estaba a medias sostenido por el señor, y note preocupación en su rostro, pero poco a poco fue aliviándose, al verme. Los paneles ya no brillaban, solo emitían una tenue luz, y el silencio presente era algo extraño.
– Vivirás, pero esta herida te acompañara por siempre, ahora sabes un poco más sobre el pasado, y esto te enseñara a meditar más el presente. Este lugar fue creado para trasmitir información, pero solo a aquellos que poseen el don, muchos han perdido la vida al intentar leer la verdad, pues absorbe la vida si no puedes controlarla. Fue una maquina egoísta, desde el comienzo; no lo intentes si no estas preparado.
Descanse durante mucho tiempo, meditando toda la información que recibí aquella vez, y descubrí con el tiempo que hubo cosas adicionales que nos las procese – por decirlo de algún modo – hasta mucho tiempo después. Solo una vez, ya siendo un adulto completo, volví a ese lugar, en busca de respuestas a problemas más que complicados, y ahí encontré algunas respuestas y nuevas interrogantes; pera esa historia la contare mas adelante.
Por decisión propia, y ya del todo olvidada mi venganza, continué mi entrenamiento, mente y cuerpo, aun con más ahínco. Como mi mente no tomo en cuenta el tiempo que pase ahí, los casi cinco años entrenando se pasaron rápido, y aprendí mas de lo que uno puede en varias vidas. Mi momento llego una mañana, luego de un descanso, donde puse mi cuerpo en estado casi catatónico. No había hecho un plan en concreto, solo me levante con la mente mas despejada que nunca; al enfrentarme al señor, pude “ver” por algunos instantes, casi como fueran algo físico, sus pensamientos.
Ese era mi momento, me adelante a sus movimientos y pude romper su guardia, desgarrando una parte de su túnica con mi espada. Todo pareció paralizarse, era un momento especial. Me miro, y desapareció por un momento, gire sobre mi mismo y pare en seco un golpe de su espada.
– Has completado de aprender lo poco que debías; el resto lo aprenderás con los años, a medida que envejezcas, y adquieras más fuerza y sabiduría. Ahora es tiempo que vuelvas a la vida, como un custodes y no un cazador.
Sabía que seria una extraña despedida, pero no me importaba, había aprendido mucho, y jamas lo olvidaría. Pero no me iría así como así, sin una misión, sin un propósito, viajando a la deriva. Mi primera misión era en Nueva York, donde un individuo, se había ganado el pasaje al otro mundo, y era mi deber, hacer que desaparezca de la tierra. Antes de irme, el señor marco un extraño tatuaje en mi hombro derecho, casi en alto relieve; un diseño complicado que incluía un sol y una espada.
Subiendo unas escaleras casi interminables, termine por cruzar el umbral de la cripta. Afuera Sabrina me esperaba y tuvo unas extrañas palabras conmigo. Conocerás en tu viaje a una persona que ha perdido el rumbo, y que por su orgullo, no quiere rectificar su camino; debes enseñarle lo que sabes, y ayudarla a encontrar el camino de regreso. Esa persona sabe como y quien acabo con la vida de tu amada, te dará mas que respuestas.
Estaba sudando, mi cuerpo temblaba, y nunca había sentido un cansancio como en ese momento; pero no parecía algo físico, era diferente, aun mas profundo. Estaba a medias sostenido por el señor, y note preocupación en su rostro, pero poco a poco fue aliviándose, al verme. Los paneles ya no brillaban, solo emitían una tenue luz, y el silencio presente era algo extraño.
– Vivirás, pero esta herida te acompañara por siempre, ahora sabes un poco más sobre el pasado, y esto te enseñara a meditar más el presente. Este lugar fue creado para trasmitir información, pero solo a aquellos que poseen el don, muchos han perdido la vida al intentar leer la verdad, pues absorbe la vida si no puedes controlarla. Fue una maquina egoísta, desde el comienzo; no lo intentes si no estas preparado.
Descanse durante mucho tiempo, meditando toda la información que recibí aquella vez, y descubrí con el tiempo que hubo cosas adicionales que nos las procese – por decirlo de algún modo – hasta mucho tiempo después. Solo una vez, ya siendo un adulto completo, volví a ese lugar, en busca de respuestas a problemas más que complicados, y ahí encontré algunas respuestas y nuevas interrogantes; pera esa historia la contare mas adelante.
Por decisión propia, y ya del todo olvidada mi venganza, continué mi entrenamiento, mente y cuerpo, aun con más ahínco. Como mi mente no tomo en cuenta el tiempo que pase ahí, los casi cinco años entrenando se pasaron rápido, y aprendí mas de lo que uno puede en varias vidas. Mi momento llego una mañana, luego de un descanso, donde puse mi cuerpo en estado casi catatónico. No había hecho un plan en concreto, solo me levante con la mente mas despejada que nunca; al enfrentarme al señor, pude “ver” por algunos instantes, casi como fueran algo físico, sus pensamientos.
Ese era mi momento, me adelante a sus movimientos y pude romper su guardia, desgarrando una parte de su túnica con mi espada. Todo pareció paralizarse, era un momento especial. Me miro, y desapareció por un momento, gire sobre mi mismo y pare en seco un golpe de su espada.
– Has completado de aprender lo poco que debías; el resto lo aprenderás con los años, a medida que envejezcas, y adquieras más fuerza y sabiduría. Ahora es tiempo que vuelvas a la vida, como un custodes y no un cazador.
Sabía que seria una extraña despedida, pero no me importaba, había aprendido mucho, y jamas lo olvidaría. Pero no me iría así como así, sin una misión, sin un propósito, viajando a la deriva. Mi primera misión era en Nueva York, donde un individuo, se había ganado el pasaje al otro mundo, y era mi deber, hacer que desaparezca de la tierra. Antes de irme, el señor marco un extraño tatuaje en mi hombro derecho, casi en alto relieve; un diseño complicado que incluía un sol y una espada.
Subiendo unas escaleras casi interminables, termine por cruzar el umbral de la cripta. Afuera Sabrina me esperaba y tuvo unas extrañas palabras conmigo. Conocerás en tu viaje a una persona que ha perdido el rumbo, y que por su orgullo, no quiere rectificar su camino; debes enseñarle lo que sabes, y ayudarla a encontrar el camino de regreso. Esa persona sabe como y quien acabo con la vida de tu amada, te dará mas que respuestas.
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