El líquido sabe fuerte, pero me reanima por completo. Ahora si estoy avergonzado, es la segunda ves que caigo frente a el y no puedo ni hacer que rompa su guardia. Una cara muy dulce me termina de reanimar, parece un ángel del cielo, pero algo me dice que proviene más bien del infierno.
- Has dormido mucho, me costo trabajo despertarte. Parece que realmente estuviste entrenando duro.
- ¿Porque estoy con ropas de artes marciales? ¿Cuanto tiempo he dormido esta vez? ¿quien eres tú? ¿donde esta el samurai?
Tiene una sonrisa de paz, sus ojos azules, su cabello negro, todo llama la atención.
- Muchas preguntas y pocas respuestas, mi nombre es Sabrina, vivo con el maestro por ahora; me pidió que te cuidara. Te llevare donde el, si lo quieres.
- Gracias, pero antes, debes darme mis armas y mi equipo. No eres vampiro, puedo verlo, ayúdame a salir de aquí.
- El tiene razón, tienes visión, pero no sabes como usarla. Soy bruja; de un clan muy antiguo. Tus armas no te servirán para enfrentar a un vampiro puro como el.
No iba a conseguir nada por ese lado. Así que deje que me guiara entre un laberinto de pasajes hasta una biblioteca. La fila de estantes circulares se extendía por debajo y por encima de nosotros. Si era una chimenea, debía ser muy ancha y muy alta, casi sin fin. Dos niveles arriba estaba él. Nos dejaron solos y cuidadosamente fui subiendo las escaleras hasta él; la curiosidad pudo más que mi deseo de venganza.
- Aquí hay libros de humanos y vampiros… y otros que no reconozco.
- Asombroso; muy pocos podrían distinguir a un autor vampiro de uno humano, pero tu pareces haber leído algo que merece la pena.
- Siempre he creído que para vencer a tu enemigo debes aprender como piensa.
- Ja ja ja – su risa resonó por toda la cámara – esas no son tus palabras, pero sabes como y cuando usarlas.
- Hace muchos años que te observo – su mirada estaba clavada en mi – pero mas aun luego de enfrentar la perdida de tu amada. Cualquier otro “cazador” hubiera cazado todos los vampiros en su camino,, en aras de saciar su sed de venganza. Tú en cambio, comenzaste a investigar aun más. Aun para el común de los humano eres extraño. Esa fue la razón por la que pedí tu traslado.
Si quieres vencerme en combate, deberás aprender a usar cada uno de tus músculos, usarlos como arma, hacer que obedezcan cada ves que les des una orden.
- Mi traslado; no había coherencia en lo que decía. Pero si podía mejorar de alguna forma, y vencerlo en el proceso, estaba dispuesto a hacerlo.
- Yo decidiré cuando estés listo, si para entonces me logras doblegar, te enviare de vuelta convertido en un verdadero “custodes”
Antes que nada, saciare brevemente tu curiosidad. Existen sobre la tierra, fuerzas que datan de varios milenios atrás. Los vampiros han existido desde el principio, y para bien o mal, todos somos parte de esta tierra.
- Has dormido mucho, me costo trabajo despertarte. Parece que realmente estuviste entrenando duro.
- ¿Porque estoy con ropas de artes marciales? ¿Cuanto tiempo he dormido esta vez? ¿quien eres tú? ¿donde esta el samurai?
Tiene una sonrisa de paz, sus ojos azules, su cabello negro, todo llama la atención.
- Muchas preguntas y pocas respuestas, mi nombre es Sabrina, vivo con el maestro por ahora; me pidió que te cuidara. Te llevare donde el, si lo quieres.
- Gracias, pero antes, debes darme mis armas y mi equipo. No eres vampiro, puedo verlo, ayúdame a salir de aquí.
- El tiene razón, tienes visión, pero no sabes como usarla. Soy bruja; de un clan muy antiguo. Tus armas no te servirán para enfrentar a un vampiro puro como el.
No iba a conseguir nada por ese lado. Así que deje que me guiara entre un laberinto de pasajes hasta una biblioteca. La fila de estantes circulares se extendía por debajo y por encima de nosotros. Si era una chimenea, debía ser muy ancha y muy alta, casi sin fin. Dos niveles arriba estaba él. Nos dejaron solos y cuidadosamente fui subiendo las escaleras hasta él; la curiosidad pudo más que mi deseo de venganza.
- Aquí hay libros de humanos y vampiros… y otros que no reconozco.
- Asombroso; muy pocos podrían distinguir a un autor vampiro de uno humano, pero tu pareces haber leído algo que merece la pena.
- Siempre he creído que para vencer a tu enemigo debes aprender como piensa.
- Ja ja ja – su risa resonó por toda la cámara – esas no son tus palabras, pero sabes como y cuando usarlas.
- Hace muchos años que te observo – su mirada estaba clavada en mi – pero mas aun luego de enfrentar la perdida de tu amada. Cualquier otro “cazador” hubiera cazado todos los vampiros en su camino,, en aras de saciar su sed de venganza. Tú en cambio, comenzaste a investigar aun más. Aun para el común de los humano eres extraño. Esa fue la razón por la que pedí tu traslado.
Si quieres vencerme en combate, deberás aprender a usar cada uno de tus músculos, usarlos como arma, hacer que obedezcan cada ves que les des una orden.
- Mi traslado; no había coherencia en lo que decía. Pero si podía mejorar de alguna forma, y vencerlo en el proceso, estaba dispuesto a hacerlo.
- Yo decidiré cuando estés listo, si para entonces me logras doblegar, te enviare de vuelta convertido en un verdadero “custodes”
Antes que nada, saciare brevemente tu curiosidad. Existen sobre la tierra, fuerzas que datan de varios milenios atrás. Los vampiros han existido desde el principio, y para bien o mal, todos somos parte de esta tierra.
Nunca nadie te ha explicado por que los grandes asesinos de los hombres, desaparecen sin dejar rastros. Por que nunca se ha producido una tercera guerra mundial, hasta ahora. Cuando cazas, solo buscas a aquellos que realmente merecen morir. Eso mismo hacemos nosotros los vampiros al salir a cazar.
- Eso no podía ser cierto; alguien había mentido mucho, o todo era una gran mascarada.
- Tu eres un custodes solis, y yo soy un custodes sanguinis
1 comentario:
me gusto... te envuelve en esa capa oscura y te deja ahi... sabiendo y desconociendo.... pero me deja con la intriga del final... habra un final?
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