Hablemos de la última película de Christopher Nolan, un director que nos tiene acostumbrados a buenos manejos de cámara, narraciones sólidas, intrigas bien dirigidas, y personajes que se desarrollan a lo largo de la película. Esta vez es el turno de una secuela, largamente esperada. Sabemos por experiencia que las secuelas no suelen igualar ni mucho menos superar al original, pero hay casos que rompen con la regla y nos entregan producciones de calidad sin perder la idea original, este es el caso.
Si en Batman begins asistimos a la creación del guardián de Gotham City, a los hechos que llevan a Bruce Wayne a tomar el camino de la justicia ante todo; en esta segunda entrega, descubrimos a un Batman mas consumado, dueño de casi todas las situaciones, y resuelto a terminar con el crimen en su ciudad. Un Batman que descubre un destello de luz al conocer al fiscal de distrito Harvey Dent, un verdadero héroe – como él lo califica – que es capaz de enfrentarse a la corrupción y combatirla a luz del día.
Pero es medio de esta guerra, que aparece la figura que origina el caos donde quiera que vaya, el némesis del hombre murciélago, el Joker. Sin dejar de lado la magistral interpretación de Jack Nicholson en su momento – era el Joker adecuado para Tim Burton – el Guason que nos entrega Heath Ledger es todo lo real, extremo y esquizofrénico que merecía el Batman de esta entrega. Se habla de una nominación póstuma al oscar, y no estaría de más. La interpretación de este personaje, siempre al filo de la cordura, ha sido la nota especial; y como nos dice Alfred, es un personaje que no lo motiva más que el afán de crear caos y destrucción, donde quiera que va.
Christian Bale vuelve a cumplir con creces las expectativas de llevar la mascara del murciélago, y también el interpretar al doble personaje que se desarrolla a lo largo de la película. A los personajes de Fox y Alfred no es posible añadir mayores comentarios – dos grandes del cine – Morgan Freeman y Michael Cain cumplen muy bien sus papeles. La figura de Rachel queda por momentos ligera – aun prefiero a Katie Holmes - pero no desentona del todo. La transformación de Dent, en su alter ego es un proceso que captura la atención del espectador, quien desde un comienzo piensa que no puede ocurrir nada malo.
Para los que no descubrieron de un comienzo quien seria – la moneda es la clave – Dent se convertirá en la razón para que el Joker continúe sus maquinaciones hasta el final. El personaje de Gordon – de la mano del genial Gary Oldman – va creciendo a lo largo de la película y se convierte en un punto de apoyo para la trama y el enmascarado. Los efectos justos y un manejo de cámara muy pulcro, hacen de esta película, una parada obligatoria en el cine.
La presencia de la batimoto, junto al preámbulo de la baticueva y el traje sonar, nos deja con la expectativa de una obligada tercera entrega. ¿Quien será el villano, que nueva tecnología se espera? Hay mucho aun de donde echar mano, pues como nos dice Gordon al final, él no es un héroe, él es el caballero de la noche.
1 comentario:
Estaba buscando comentarios sobre la pelicula en los blogs y me encontre con el tuyo, veo que todavía queda gente cuerda.
Te mando un saludo, entrtenido el blog.
Y como tu dices, veamos que nos tienen para la atercera entrega de batman.-
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